Desde hace unos días se puede ver por la calle a gente con una gran sonrisa en la cara y una bolsa o caja en la mano, es porque se acerca el festival de otoño y esas cajas van llenas de mooncakes.
El año pasado ya os hablé de estos pastelitos, que por cierto son bombas calóricas y que a marido le chiflan.
Lo habitual es que tu empresa te regale una cajita para que el día de la festividad los compartas con tu familia y amigos.
Yo los compraba en el super sin saber el sabor del relleno que tenían, ahora sigo sin saberlo, este año por fin hemos sido agasajados con una caja de parte de la copañía de marido, vamos que se han estirado.
El procedimiento es un poco como las cestas de Navidad pero a traición, nunca nos avisaron de que teníamos que ir a la oficina a recoger algo, fue simple casualidad que marido fuese a entregar una documentación. Cuando terminó con el papeleo una de las chinitas le dio esto.
Unos billetes extraños, aunque bonitos, en los que no se entendía absolutamente nada. Por la parte de atrás una lista interminable de lo que intuímos eran direcciones (en chino), afortunadamente en la oficina deben de estar empezando a acostumbrarse a trabajar con "guiris" y a los cupones de razonamiento añadieron esto.
Aún no sabíamos para qué era todo esto y cuando le preguntamos, sonrió y nos dijo: "For mooncakes"!!. Y es que si hay una cosa que es realmente sagrada en este pueblo, es la comida, y claro cuando te están regalando algo para comer es todo un acontecimiento para ellos.
Así que nada, con nuestro cuponcito en el bolsillo nos fuimos a casa y lo medio olvidamos todo hasta que el sábado, que no tenía mucho que hacer decidí ir a dar un paseo y a recoger los famosos mooncakes.
El local no era tienda, panadería, pastelería ni nada parecido, más bien un almacén donde se apilaban cajas y cajas de todos los tamaños imagino que rellenas de pastelitos multicalóricos.
Delante de mi una señora que no dejaba de soltar grititos de alegría cuando le entregaron una caja enorme a cambio de su cupón. Ya empezaba a pensar que iba a tener que coger un taxi para volver a casa con semejante regalo cuando de repente entrego mi cupón junto a una gran sonrisa y la señorita me da una bolsa amarilla con una mini caja en su interior. Debía de ser un error, yo quería una caja como la de la señora!.
No había error que valiese, esa era nuestra caja de mooncakes, y la verdad, ahora que lo pienso, mejor, que engordan mucho! Pobre señora, cuando se quiera dar cuenta no va a poder abrocharse los vaqueros....
Llegué a casa con un sabor agridulce en la boca (me ha parecido muy adecuado el sabor teniendo en cuenta donde vivo), la imagen de la gran caja seguía apareciendo en mi cabeza de vez en cuando.
Pero el que no se consuela es porque no quiere, y nuestra caja, aunque infinitamente más pequeña, era mucho más bonita.
En el interior, los esperados mooncakes, que tendré que racionar para que a marido no le de una indigestión! :P
Últimos comentarios