La actividad más repetida durante los diez días de vacaciones ha sido el "tummbing", bien en la playa, bien en la piscina.
Desde luego eso fue lo que hicimos el primer día desde que desayunamos, no queríamos agobiarnos con excursiones, visitas y demás, eso ya lo haríamos con calma.
Así que a disfrutar de la piscina de la villa, y de la piscina y playa privada para los huéspedes de las villas... si, lo confirmo, hay una vida mejor, pero es super cara!!
Por la noche cenamos en un restaurante japonés, nos pusimos finos de makis y sashimi. Después de la cena decidimos ir a tomarnos un cóctel de esos de colores tan ricos que preparan por esos lares.
Paseábamos tan ricamente por los jardines del hotel, noche preciosa, todas las estrellas brillando en el firmamento, luces tenues por el camino hasta la playa.... tan tenues, tan tenues que no vi un escalón de piedra y le di una patada con todas mis fuerzas, ahí si que vi las estrellas.
Entré un segundito al baño y cuando me miré el pie para ver el golpetazo, el suelo estaba lleno de sangre... Me había tajado el dedo gordo pero bien.
Cojeando y chapoteando en mi propio reguero de sangre fuimos a la recepción y de allí nos llevaron enseguida a la consulta del hotel.
La enfermera me hizo sentarme en la camilla, me quitó la sandalia que ya no era dorada si no roja y puso una cara que no me gustó nada, la mirada de marido tampoco ayudó.
Me armé de valor y yo también miré... me había fileteado la yema del dedo gordo del pie, estaba allí colgando, más mona ella... Y cómo dolía, me palpitaba todo el dedo!!
Me limpió como pudo la herida mientras yo torturaba el brazo de marido, al que me agarraba con todas mis fuerzas mientras lloriqueaba por mis preciosas sandalias que podrían servir para cerrar cualquier caso de CSI.
La paciente enfermera me colocó el trozo de filete "pinrelil" y me vendó el dedo... mientras unas palabras fatídicas que me perseguirían durante toda esa semana salieron de su boca: No mojar.
Pe..pe..pero... Cómo que no mojar?? Señorita, se da usted cuenta de que estamos en Bali? Que pasa con nuestros paseos románticos por la playa? Y la piscina privada? Y lo que es peor... Nuestra maravillosa ducha exterior??? Mi vida vacacional había terminado.
Cojeando, dolorida y triste volví apoyada en marido a la villa... Ya ni cóctel de colores ni nada... Menuda manera de terminar el primer día de vacaciones.
Al día siguiente tuve que volver para que me viese el médico, ahí si que casi le arranco un trozo de brazo a marido, pero es que el doctor no sólo se limitó a mirar la herida, levantó el trozo de filete, lo cortó y con unas pinzas empezó a sacarme piedrecitas que se habían quedado clavadas dentro. Se me saltaban las lágrimas del dolor...
No me quedó más que hacer de tripas corazón e intentar ver el lado divertido del asunto... Ahí va sesión de fotos.
Ya estoy bien del todo, seis días después me dieron el alta y pude meterme en el agua otra vez... Pero tendríais que haber visto el show para bañarme en la piscina y para ducharme...
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