No pretendía hablar de las cositas que pasan por Shanghai hasta que no terminara de contaros el viaje a Bali, pero lo que vi ayer me llegó al alma, así que ahí va.
Cuando llegamos el lunes de Bali nos encontramos una nueva vecina en el rellano del apartamento.
Una bicicleta! Lo primero que pensé es que podrían haberla metido en casa, pero bueno, luego comprendí que ocupa mucho sitio y que además no querrían dejarla en el aparcamiento que hay EXCLUSIVO para bicicletas en el jardín de la urbanización por miedo a que se la robasen.
Esa misma noche salimos a cenar fuera y....
Oh, sorpresa! La bicicleta número 1 se había traído a una amiguita, bicicleta número 2. Parece que mis vecinos Pepa y Pepe han decidido ser verdes y no volver a coger taxis, que contaminan mucho, para lo cual me plantan dos bicicletas en la puerta de mi apartamento.
Está bien pensar en los demás, no creéis?
Pero es que no acaba aquí la cosa, ayer cuando salía de casa para ir al gym a las 9h30 y mientras cerraba la puerta de casa, vi algo sospechoso...
Un alargador salía de debajo de la puerta del otro vecino y de fondo se oía un ruido como de aspiradora, serán cutres, pensé, una aspiradora tampoco consume tanta luz como para enchufarla en el descansillo.
Pero no señores, no, lo que había enchufado no era una aspiradora...
Era una moto!! La habían subido en el ascensor y la habían puesto a cargar ahí mismo... Lo que sonaba era la batería cargando. Muy fuerte! Que vivo en un 7º piso!!! Creéis que es normal?? Que dirían en nuestra casa de Alcobendas si hiciésemos eso?? Pero claro, como esto es China todo vale...
Así que entre las bicis y la moto, parece que vivo en un taller de reparación... Dios mío dame paciencia!!!
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