Después de desayunar y de limpiar un poco la casa (como echo de menos a mi ayi) he estado dando vueltas a qué es lo que podría hacer hoy.
Aunque no hacía sol, la temperatura era muy agradable, 16º, así que por nada del mundo me quería quedar encerrada en casa.
Mientras fregaba los platos se me ha ocurrido la brillante idea, -Puedo ir a IKEA-. Necesitaba platos llanos, estoy harta de comer filetes en platos hondos (en los packs vienen cuencos, platos hondos y de postre).
Y ya podía aprovechar y comprar servilletas y alguna cosita más que faltaba en casa. Además es martes, así que seguro que no habría mucha gente.
ERROR!, que digo! GRAN ERROR!!
Cuando me ha dejado el taxi en la puerta me ha parecido que había mucha gente y lo primero que me he preguntado ha sido que si no seguirían de vacaciones. No podía ser. Los comercios ya habían abierto y el tráfico habitual recorría las calles.
Pues debe ser que mucha gente ha empezado a trabajar, pero TODOS los demás han tenido la misma brillante idea que yo. IR A IKEA!!
Cualquier intento de descripción que intente hacer no se va a aproximar ni levemente a lo que he vivido en los 40 minutos que he estado allí. Montones! Hordas! de chinos paseándose por la tienda. Porque no van a comprar, van a pasear.
Los que habéis estado en China sabéis lo descuidados y lo "voy a mi bola" que son. Así que nada de una fila para cada sentido de la exposición. Aquello era la selva y como tal, la ley del más fuerte, donde los reyes eran los avispados que habían cogido el carrito para poner la bolsa amarilla.
Ya os hablé de la sección de sofás cuando os conté mi primera aventura en IKEA hace algunos meses. Hoy dicha sección parecía un cine o una consulta de urgencias de la seguridad social. Había gente esperando a que alguien se levantase para lanzarse hacia la plaza libre que había dejado.
Me habría encantado hacer fotos, pero no podía sacar el móvil, la marabunta me arrastraba... Y yo sólo quería llegar al final, estaba convencida de que en la zona de tienda el caos no sería igual.
A lo único que no podía dejar de hacerle una foto era a alguno de los residentes en el departamento de sofás... Alucino con la facilidad que tiene esta gente de quedarse sopa en cualquier sitio. No os podéis imaginar el jaleo que había allí montado! Y esta señora no era la única que dormía plácidamente.
Como iba diciendo antes, la marabunta me arrastró por la exposición y finalmente llegué al restaurante desde donde bajan las escaleras a la tienda. Respiré tranquila, a partir de ahora seguro que iba a ser mucho más fácil.
ERROR OTRA VEZ!!
Abajo la situación era incluso peor, la misma gente y además armados con carros inmensos!! Como sólo iba a coger un par de cosas, no estaba dispuesta a ponerme a mirar nada más, decidí no coger carro ya que seguro que así iría más rápido.
Lo primero que encontré fueron las servilletas, están justo a la entrada, pero no me dio tiempo a coger nada más porque después de que el señor de atrás me diera por tercera vez en el tobillo con el carro y yo le fulminase con mi mirada acero azul, decidí darme la vuelta y coger yo también un carro. Se iban a enterar! Hombre ya!!
Reconozco que hoy me han conseguido crispar, cuando estás en un sitio donde todo el mundo pasa de los demás y no tienen ningún tipo de educación ni respeto por tu espacio vital, o sacas un poco el genio a pasear o te comen. Literalmente.
Además, yo hoy parecía la oveja negra del rebaño. En el rato que he estado allí sólo he visto a dos chicas occidentales que iban juntas y nos hemos mirado con complicidad y algo de miedo a la vez. Era un blanco fácil!
La cuestión es que ya voy con mi carro por la tienda, sólo por el pasillo principal, intentar pasar por las estanterías es una locura. Después de sortear a parejas de la mano que se paran a ver toooodo lo que tiene corazones, carros atravesados cuyos dueños están mirando algún artículo, carros atravesados cuyos dueños directamente no están... Consigo entrar en el flujo de gente que avanza lentamente hacia la salida.
En un momento dado, a la altura de la sección baños, de nuevo atasco y la señora que va detrás de mi, que lleva clavándome el codo desde hace dos minutos para intentar pasar sigue intentándolo. Cuento hasta diez y me vuelve a empujar, así que me doy la vuelta, miro hacia abajo y le digo: STOP PUSHING! No ves que no se puede pasar??
No creo que entendiese ni inglés ni español, pero ha debido de coger el concepto en general porque no me ha vuelto a tocar.
Por fin, después de 30 minutos he llegado a la caja, he pagado sin mayores incidencias, he salido a la calle, me he puesto en la parada de los taxis en la cual yo era la segunda después de una señora con una niña.
No había taxis, llevábamos esperando como diez minutos cuando de repente una señora con niño incluido cogido de la mano pasa tan alegremente al lado de nosotros y se pone la primera.... PERDONA??? No me iba a poner a discutir, total no me iba a entender, así que he cogido mi bolsa y me he puesto delante de ella. Pero tendrán MORRO!!!
Cuando un par de minutos después ha llegado un taxi he mirado a la señora que había delante de mi antes de colarme para decirle que se subiese ella, pero como me ha ignorado completamente, mi bolsa y yo nos hemos subido al taxi y nos hemos alejado de allí.
En cuanto he llegado a casa me he sentado a escribir todo esto, tenía que desahogarme!!!
Como veis, una idea brillante lo de ir hoy a IKEA..... NUNCA MÁS!!
jajajajaja, menos mal que siendo 20 centímetros más alta que los demás al menos podías respirar!
Publicado por: Eva Fuentes | martes, 08 febrero 2011 en 07:06 p.m.
hace falta ir a un centro Ikeanse para comprar unos platos llanos, no hay tiendas de barrioooooo???
Kissess
Publicado por: Davidgolder | martes, 08 febrero 2011 en 08:38 p.m.
jeje... si yo te hablase de las tiendas de barrio... mejor aún, cuando vengas a visitarme te las enseño... XD
Publicado por: sandra | martes, 08 febrero 2011 en 08:51 p.m.
Genio y figura hasta la sepultura, no saben estos chinos con quien se las gastan.
Publicado por: reyes | miércoles, 09 febrero 2011 en 01:51 a.m.
Que agobio por Dior ! me ha parecido un relato de esos que te van metiendo la angustia poco a poco.. se me han quitado a mi tb las ganas de volver a Ikea !!
Publicado por: Jesús Caballero | sábado, 12 febrero 2011 en 01:57 p.m.
No sabes lo mal que lo pasé Jesús!!! Quien me manda!! Ahora no se si me atreveré a volver.... y se me olvidó comprar las bolsitas de congelar!! :P
Publicado por: sandra | miércoles, 16 febrero 2011 en 02:53 p.m.