En una de esas tardes de largos paseos por Shanghai, descubrimos Celia y yo algo que al menos yo no me esperaba. En un país donde el plástico, polipiel, y materiales similares son los reyes del mercado, tropezar con estos talleres artesanales de zapatos de piel es una auténtica sorpresa.
Esta es la primera tienda en la que entramos, pequeña, pero con muchísimos modelos de zapatos y botas. Yo me enamoré de unas botas que tenían pinta de ser super cómodas y estaban forraditas de piel. Una maravilla.
Como suele ser habitual, no tenían mi número, pero te las hacen a medida, el dueño, que atendía en la tienda, nos contó que la fábrica la tienen en el mismo Shanghai.
Los precios no estaban mal, por unos 80€ te llevas unas de estas maravillosas botas.
También había zapatos para los más pequeños.
Seguimos caminando por la misma calle y un poco más adelante encontramos otra tienda de zapatos y botas. Esta nos dejó completamente maravilladas, no sólo por sus botas, que eran una pasada, todos los detalles del local. El zapatero trabajando con la piel, las hormas...
El taller de la trastienda era una pasada. Celia se habría quedado allí para siempre.
La tarde fue de lo más productiva, nos lo pasamos muy bien, hubo momentos realmente surrealistas. Está claro que Shanghai nunca deja de sorprenderte y el que se aburre en esta ciudad es porque quiere.
Que cosas más monas. Y de precio qué?
Publicado por: reyes | lunes, 13 diciembre 2010 en 09:03 p.m.
Pues no esta mal, de 80€ a 150€... Ya te llevare cuando vengas!!
Publicado por: sandra | lunes, 13 diciembre 2010 en 09:14 p.m.
Aqui Chelichina desde Amsterdam!!que tarde mas guay...en SH no hay lugar para el aburrimiento eh!
Un beso!!!
Publicado por: CHELICHINA | martes, 14 diciembre 2010 en 01:33 a.m.