Después de pelearme con todos y cada uno de los electrodomésticos de la casa nueva, capítulo al que probablemente dedique todo un post, hoy me he ido de excursión a Ikea.
Para los que no lo sabían, también hay Ikea en la otra punta del mundo, los suecos no iban a dejar que los chinos no se volviesen locos pronunciando los nombres de sus productos, faltaba más.
Y aunque es verdad que para los sueldos medios de los chinos, Ikea es bastante caro, lleno total.
Los productos los mismos, mucho Billy, Bësta, Ädum, Pragüel... Una cosa que me ha gustado y que no había visto en España, es que puedes coger un catálogo durante tu visita a la tienda, lo cual es bastante útil para guiarte. A la salida te piden que lo dejes. De esta manera no tienes que estar media hora buscando uno de esos stands con un catálogo plastificado y esperar a que la familia Pérez termine de repasar toooooda la lista que lleva.
A mi además me ha hecho compañía mientras comía en el restaurante.
De las poquitas cosas diferentes, las bandejas de los cajones para poner los cubiertos, aquí son para los palillos, de los cuales me esperaba una amplia gama de formas y colores, pero no. Muy sositos, todos marrones, se ve que los suecos en cuestión de diseño de palillos están muy crudos.
Lo mejor de la visita a Ikea ha sido sin duda la gente que había allí. Se toman completamente en serio lo de "estar como en casa" y desde luego no dudan ni un momento en probar la calidad/comodidad de los artículos en venta.
Se oían los ronquidos desde la sección de baños!! Y se me escapó un señor que estaba totalmente sopa tumbadazo en un sofá, justo abrió los ojos cuando saqué la cámara. Una pena, os habríais partido.
Es alucinante la facilidad que tienen los chinos para quedarse dormidos en CUALQUIER sitio. Os debo un monográfico, pero es que aún me cuesta trabajo hacer fotos a según qué cosas. ¡No habría valido nada como periodista!
Creo que ya os conté que en Shanghai todo el mundo tiende la ropa fuera de casa, me refiero a TODA la ropa, no sólo los edredones que no caben en casa. Como reflejo de ello, ejemplo del uso de un tendedero en Ikea.
Con su ropa interior y todo! Esto tampoco lo había visto en Madrid.
Sobre las 12h30 ya tenía hambre, me asomé al restaurante, pero era hora punta y estaba hasta arriba, así que seguí echando cositas al carro hasta las 13h, que ya no aguantaba más.
El menú sin grandes variaciones al español, pero tenían un plato de pollo y arroz típicamente chino. Yo no arriesgué nada: rollito de salmón. ¡¡Me encanta!!
El restaurante seguía lleno, pero al final conseguí una mesa con vistas.
Después de comer poco más, como suele ser habitual, la mitad de las cosas que tenía apuntadas en mi lista no las tenían y probablemente la mitad de las cosas que llevaba en el carro no las necesito, pero así son las visitas a Ikea!
El miércoles me traerán las cosas a casa. Espero haber dado bien la dirección nueva y ¡que no falte nada!
¡No me extraña que tarden en traerme la compra a casa! Je, je, es broma, la foto la he encontrado en internet y parece que es un proyecto que hicieron en Dinamarca, pero me ha encantado la foto y pega TOTAL en China.
Hasta la próxima!
me han encantado los chinos desnucados en la sección de sofás!!!!! queremos ese post de chinos dormidos por todos lados, plis plis
Publicado por: Eva Fuentes | martes, 23 noviembre 2010 en 12:18 a.m.